Todo se nota en la mirada

Todo. Acabo de pasar por el lado de una persona que tuve por mucho tiempo mirandola como un ser medio insensible, poco observador y corriente. Esta vez sentí que me observó diferente y de su boca sólo salió: "tu mirada no es la misma hoy". Seguí mi camino, sólo asentí con la cabeza y pensé que o me equivoqué con el o simplemente y realmente mi mirar está triste, decaído y sin su brillo de siempre que hasta un persona poco observadora lo ve. Creo que tengo razón en ambas cosas, a veces lo que uno ve no es lo que parece y mi mirar no mira con su luz de siempre.

Me senté con mi pluma imaginaria en ésta era de teclados para escribir, pero hoy mis poemas no nacen. En las noches me siento a llorar, trato de apreciar la luna llena que esta madrugada estaba hermosa, pero su redondez se pierde llenandose de aguas saladas. Siento que esa luz que unos cuantos dicen que irradio, al más mínimo soplo de brisa a mi alrededor parpadea, como la brisa que entra por una ventana y el más ínfimo roce de ella hace temblar la llama de una vela.

Hoy no me puedo adentrar a ese mundo imaginario bajo el mar, allí donde me escondo y vivo, porque la realidad como una grúa poderosa me arrastra a la superficie. Ni los miles de peces que me toman de las manos para llevarme a mi refugio pueden con la fuerza de la realidad que me hala por los pies para mantenerme en tierra. Mientras mi mirada sigue mitad bajo el agua, mitad en la superficie. Esperando...